El dólar australiano se fortaleció significativamente, en contra de las expectativas del mercado. El crecimiento de las cotizaciones se produjo en el contexto de la decisión del Banco de la Reserva de Australia de mantener el tipo de interés en el 3,85%. Esto provocó una fuerte subida de la moneda nacional de más del 1%, lo que pone de relieve su sensibilidad a las decisiones inesperadas de las autoridades monetarias. Sin embargo, este movimiento se inscribe en el marco de la tendencia general, y la volatilidad, por su parte, siguió siendo habitual, aunque tras un crecimiento a corto plazo.