El banco central de Australia descartó una mayor relajación de su política tras dejar los tipos de interés sin cambios en el 3,6%. El regulador advirtió de que el siguiente paso podría ser una subida si las presiones inflacionistas resultan sostenibles.
Inicialmente, los mercados tomaron la declaración del banco central como equilibrada y reaccionaron sólo con pequeños movimientos. Sin embargo, los duros comentarios del regulador dieron un nuevo impulso al dólar australiano, que subió un 0,3% hasta los 0,6645 dólares. El rendimiento de los bonos del Estado a tres años se disparó hasta el 4,152%, el más alto desde noviembre del año pasado. Las expectativas de recortes de tipos en EE.UU. proporcionan un apoyo adicional al par AUD/USD. En caso de que las cotizaciones suban por encima de 0,6650, la zona de resistencia puede encontrarse en la zona de 0,6670. Sin embargo, ahora toda la atención se centra en la decisión de la Fed estadounidense.