El dólar termina la semana en negativo, tras haber perdido terreno en medio de unos datos macroeconómicos débiles y la incertidumbre en torno a las negociaciones comerciales de EE.UU.. El euro, por el contrario, se fortaleció hasta alcanzar máximos de seis semanas después de que el Banco Central Europeo recortara los tipos y señalara que el ciclo de relajación de la política monetaria está a punto de concluir. Los comentarios de la directora del BCE, Christine Lagarde, de que el regulador se encuentra "en una buena posición" reforzaron las expectativas de una pausa en los recortes de tipos. En este contexto, los bonos europeos a corto plazo también se fortalecieron y el tipo de cambio del euro recibió un impulso adicional. Sin embargo, por el momento el mercado se encontró con una resistencia que se acercaba a la marca de 1,1500, sobre la que ya escribimos anteriormente. Hoy la atención de los operadores se centrará en los datos sobre el estado del mercado laboral estadounidense.