La tasa de inflación anual en el Reino Unido subió al 3,5% en abril de este año, lo que supone la tasa más alta desde enero de 2024. Se superaron así las previsiones del 3,3% y nos hace recordar las declaraciones del economista jefe del Banco de Inglaterra, Hugh Pill, sobre las que escribimos hace una semana. Señaló que le preocupaba la posibilidad de que la inflación en el Reino Unido fuera más alta de lo previsto. La evolución actual de la situación pone en tela de juicio la continuidad de la prudente política monetaria del Banco de Inglaterra. Ante la creciente probabilidad de un endurecimiento de la política, los compradores volvieron al mercado. Un catalizador adicional para el crecimiento es el debilitamiento del dólar estadounidense. El par GBP/USD está intentando salir del rango y en el momento de la preparación de la revisión se encuentra por encima del máximo alcanzado en septiembre de 2024.