La inflación británica se mantuvo inesperadamente sin cambios en septiembre, aumentando la probabilidad de un recorte de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra este año.

El crecimiento de los precios en el Reino Unido sigue siendo el más rápido entre las principales economías desarrolladas del mundo, pero el banco central y la mayoría de los economistas encuestados esperaban una nueva subida hasta el 4,0%.

Además de complicar los intentos del Banco de Inglaterra de apuntalar una economía debilitada reduciendo los costes de los préstamos, la elevada inflación también ha aumentado los enormes costes de la deuda del gobierno.

Anteriormente, la libra intentó subir frente al dólar estadounidense, pero se encontraba en una zona de resistencia por encima del rango 1,3400-1,3420. Técnicamente, la resistencia en esta zona se convirtió en el punto de partida de la caída de las cotizaciones del GBP/USD. La zona de soporte más cercana: 1,3250-1,3300; la siguiente se encuentra en la zona de 1,3200 y por debajo.