Los precios del oro subieron a máximos de casi dos meses, reflejando la creciente preocupación de los inversores por la inestabilidad geopolítica. El conflicto entre Irán e Israel, unido a la incertidumbre en torno a las decisiones de la Reserva Federal, aumentó el atractivo de los metales preciosos. El oro superó el nivel de los 3400 $ por onza, y algunos analistas esperan una posible prueba de los 3500 $. Además de los riesgos geopolíticos, la atención de los participantes en el mercado se centra en la próxima decisión de la Fed, y del propio regulador esperan comentarios y señales sobre la reducción de los tipos en el futuro - potencialmente a partir de septiembre, en un contexto de ralentización de la actividad económica y de moderada presión inflacionista.

Desde un punto de vista técnico, el oro se mantiene en la zona de resistencia por encima de los 3400 $.