El precio del oro se mantiene en torno a los 3.680-3.700 dólares por onza, habiendo actualizado máximos históricos. El fuerte crecimiento está asociado a las expectativas de que la Fed reduzca los tipos en la próxima reunión, así como al debilitamiento del dólar. Los inversores siguen percibiendo el oro como un activo protector en medio de la inestabilidad mundial. La resistencia se sitúa en los 3.700-3.720 dólares y el soporte en los 3.650-3.630 dólares. Es importante vigilar el IPC en EE.UU. y los rendimientos de los bonos, ya que pueden marcar la dirección futura del movimiento.