La economía japonesa ha mostrado hasta ahora su resistencia a pesar de la creciente presión de la política arancelaria estadounidense. Según la última encuesta del Banco de Japón, la confianza de los grandes fabricantes ha aumentado, pero las expectativas de futuro se están deteriorando. Muchas empresas están revisando sus previsiones de beneficios y temen que el impacto negativo de los aranceles se intensifique en la segunda mitad del año. Mientras tanto, la inversión empresarial en el país está aumentando, pero el sector de la exportación, especialmente las industrias automovilística y de maquinaria, se enfrenta ya a una ralentización. Estas tendencias complican las perspectivas de un mayor endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco de Japón, lo que significa que el actual fortalecimiento del yen puede ser temporal.Técnicamente, el área de 142-143 es una zona de soporte, donde puede aumentar la actividad de los compradores.