Los rendimientos de la deuda pública japonesa aumentaron bruscamente: el rendimiento a 10 años subió hasta el 1,595% y el rendimiento a 30 años alcanzó un máximo histórico del 3,195%. Esto sucede en un contexto de proximidad de las elecciones y de persistentes expectativas de inflación. Según una encuesta del Banco de Japón, el 85,1% de los hogares espera que los precios suban a lo largo del año y la inflación media prevista alcanzó el 12,8%, la más alta desde 2006. A pesar de la solidez de los datos, los analistas creen que la incertidumbre sobre los conflictos comerciales disuadirá al BOJ de tomar nuevas medidas para subir los tipos a corto plazo. Si esto es cierto, el yen puede seguir bajo presión, y para el par USD/JPY habrá un incentivo para seguir subiendo. Sin embargo, por el momento las cotizaciones se han acercado a la marca de 148,00, donde es probable que se reanude la actividad de los vendedores.