Los precios del petróleo cayeron bruscamente en medio de un alivio de la amenaza de interrupciones del suministro desde Oriente Próximo. Tras alcanzar máximos de cinco meses, las cotizaciones cayeron más de un 9% en dos días. La declaración sobre la desescalada del conflicto redujo el riesgo asociado al cierre del estrecho de Ormuz, una ruta clave para el transporte de petróleo. La evolución posterior de los precios dependerá del cumplimiento real de los términos de la tregua por ambas partes. Al mismo tiempo, es obvio que el rango de 78-80 dólares por barril representa una seria resistencia, que seguirá vigente a menos que se produzca un nuevo catalizador significativo para el crecimiento de los precios.