Los precios del petróleo se mantienen relativamente estables, cotizando en un estrecho rango mientras los mercados evalúan las continuas presiones de la oferta en medio de las cambiantes tendencias de la demanda. Según los analistas, el exceso de producción de los principales exportadores sigue frenando la demanda, y se prevé que el crudo Brent se sitúe este año en la parte alta de la horquilla de los 60 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense se situará en la zona media de esa horquilla.
En Asia, las importaciones de petróleo aumentaron bruscamente en agosto, superando los 27 millones de bpd, frente a los menos de 25 millones de julio. Los analistas afirmaron que la subida refleja en gran medida las compras oportunistas en medio de los precios más bajos de antes, más que una señal clara de un aumento sostenido del consumo.
Al mismo tiempo, las decisiones de prolongar la vida de las centrales nucleares en Europa ponen de relieve el cambiante equilibrio del sector energético mundial, que podría transformar gradualmente la demanda de petróleo a largo plazo con el paso del tiempo.