La República Popular China se encuentra en una situación bastante difícil, en cuanto a los llamamientos internacionales para cambios importantes en la economía del país.

Los dirigentes de la segunda principal potencia económica a nivel mundial, han sentado las bases de una política de reforma y apertura al mundo exterior y han comunicado que “Nadie puede dictar a los chinos lo que debe o no debe hacerse", este país mantendrá el rumbo económico en el camino de la reforma actual.

Qué reformar y cómo llevar a cabo la reforma debe corresponder al objetivo principal: mejorar y desarrollar el sistema de socialismo con características chinas, modernizar el sistema chino y la capacidad de dirección.

China reformara decisivamente lo que necesitan reformar y lo que puedan reformar, de esta forma se ha expresado el líder chino, Si Tsinpin, sin cambios donde no deben haberlos y no puede haber ninguna reforma a la fuerza de parte de los Estados Unidos.

Si Tsinpin enfatizó su visión del papel central del Partido Comunista en todas las reformas futuras y señaló que el "liderazgo centralizado del partido comunista chino" ha controlado las transformaciones económicas en los últimos 40 años.

Los expertos han seguido de cerca el desempeño de Si Tsinpin para ver si su idea de progreso coincidía con las demandas más fuertes de Occidente, sobre la reducción del control estatal sobre la economía china. Esto puede tener serias consecuencias si Washington y Beijing llegaron a un acuerdo al final de la tregua de los 90 días.

En la cumbre del G20 en Argentina, Si Tsinpin y el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acordaron posponer la introducción de nuevas tarifas de aranceles aduanales por 90 días. Si durante este tiempo las partes no llegan a un acuerdo, los Estados Unidos impondrán a las exportaciones chinas nuevos impuestos. Los analistas dicen que las diferencias entre los dos países en cuanto a tecnología y negocios respaldados por el estado, continúan, lo que complicará las negociaciones.

Comprometido firmemente con el modelo económico chino, Xi continuará brindando apoyo estatal a industrias específicas, especialmente en el campo de las nuevas tecnologías: "Made in China-2025".

Según el economista Mizuho Bank Zhu Huani, "90 días todavía parecen un período corto para discutir temas difíciles, como las barreras arancelarias.

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