Venezuela se encuentra en una grave crisis económica y el gobierno continúa desarrollando planes para salvar la economía.

La difícil situación económica influye negativamente sobre el bienestar de la población, el número de personas que viven por debajo del nivel de pobreza aumentó en un 48% respecto al 2014, en un 87% en 2017.

Los analistas esperan un mayor deterioro de los indicadores macroeconómicos: el nivel de producción de petróleo y los ingresos por sus ventas continuarán disminuyendo, debido a la falta de inversión en la industria, la falta de una base técnica y la retirada de especialistas calificados de las Empresas. Uno de los elementos claves del plan de recuperación económica fue la denominación de la moneda nacional, con la eliminación de “unos cuantos ceros” en los nuevos billetes y la creación del activo de Blockchain: Petro.

El Petro es un token cuyo precio está vinculado a las reservas minerales. También es el primer activo Blockchain del mundo, lanzado de manera centralizada por un gobierno a nivel de todo el país. El token se implementa en la plataforma de blockchain de NEM y tiene un volumen de suministro fijo: se han emitido 100 millones de tokens, de los cuales 82.4 millones están disponibles para la venta.

El Petro tiene una amplia gama de aplicaciones en la economía, incluido el pago de bienes y servicios, así como la creación de instrumentos de inversión y ahorro. Algunos elementos de la realización del protocolo Petro se parecen mucho a otro activo muy popular de Blockchain: Dash.

La innovación más importante del protocolo del Petro, es la capacidad de realizar transacciones instantáneas, sin embargo, este mecanismo ya se ha implementado en Dash.

Por su naturaleza económica, el Petro es una herramienta para la tokenización, de flujos de efectivo futuros de la venta de minerales. El gobierno vinculó el costo de Petro con el precio de un barril de petróleo y prometió proporcionarle materias primas, ubicadas a 380 km de la ciudad de Atapirira.

En septiembre de 2018, Reuters publicó un informe, en el que señaló que la región está poco desarrollada y no cuenta con la infraestructura necesaria para desarrollar campos petroleros. En el caso de que los inversionistas evalúen positivamente a Petro y el activo esté en demanda, se puede decir que el país ha atraído inversiones adicionales en el desarrollo de la industria de productos básicos.

El gobierno, también ha planeado que el uso del Petro contrarrestará las sanciones financieras de los Estados Unidos. El 25 de agosto, Donald Trump firmó un decreto que prohíbe las transacciones de valores emitidos por el gobierno venezolano y la compañía petrolera PDVSA. La prohibición de la circulación de la moneda estadounidense en Venezuela. Las sanciones de los Estados Unidos, contribuyeron a un aumento en la penetración de los activos públicos de Blockchain descentralizados; ya que no existe una prohibición legislativa en Venezuela de estos.

A partir de diciembre de 2018, el número de proveedores que aceptan Dash en Venezuela era un orden de magnitud mayor que en los Estados Unidos. Entre los proveedores que cooperan activamente con Dash, se puede ver a jugadores tan importantes como los restaurantes de comida rápida KFC. En respuesta a los desafíos de las realidades económicas de Venezuela, Dash también adaptó el servicio de firma de transacciones a través de SMS.

Una parte importante de la población no tiene acceso a teléfonos inteligentes y utiliza teléfonos más simples, de teclas. Cada mes se ven decenas de miles de descargas de nuevos monederos desde Venezuela. Al mismo tiempo, Dash es solo un ejemplo de un activo de blockchain público que está ganando popularidad en el país.

La facturación anual del Bitcoin en localbitcoins de este año, 2018 en Venezuela per cápita fue 36 veces mayor que en China y 3 veces mayor que en Noruega. La situación en Venezuela es única, ya que utilizando el ejemplo de la economía de todo un país, se puede observar cómo compiten entre sí dos tipos de activos de Blockchain: uno, el token del Petro liberado centralmente por el gobierno y el otro, descentralizado, por ejemplo, Dash o Bitcoin.

El valor fundamental de los activos descentralizados de blockchain públicos es la capacidad de almacenarlos y transferirlos sin intermediarios. Venezuela se ha convertido en una caja de arena económica, donde es posible en la práctica evaluar cómo las tecnologías de blockchain están listas para usarse a escala nacional.

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