La mayoría de los participantes del mercado financiero no tienen dudas de que en la reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos del 30 al 31 de julio, reducirán la tasa, por primera vez en 10 años. Y esto no es sorprendente en el contexto de las "guerras comerciales", la amenaza de una desaceleración en el crecimiento del PIB mundial, los peligros de incumplimiento de los préstamos en dólares USD, en los países en desarrollo y el deseo de Donald Trump de debilitar al dólar USD.

La probabilidad de un cambio en la tasa está bien reflejada por los futuros bursátiles sobre ella. Muestran una probabilidad del 100 por ciento en un recorte de las tasas, en julio de 0.25 puntos porcentuales.

Y la probabilidad de una reducción adicional en otros 0.25 puntos porcentuales, hasta un 2 %, es del 65 % para la próxima reunión del próximo mes de septiembre.

Una baja tasa de la Reserva Federal puede considerarse para la economía norteamericana como un medicamento, por analogía, por ejemplo, con un medicamento para regular la presión en los humanos. Si la presión es baja, para aumentarla, el médico le receta un medicamento. De manera similar, en la economía, el médico es la Fed, reduce su tasa de interés para que los préstamos sean más baratos estimulen la inversión en la producción, aumenten el empleo y los salarios, una demanda saludable, una inflación normal del 2 por ciento, etc.

Esto sucedió durante la crisis de los años 2007–2008, cuando la Reserva Federal comenzó a bajar la tasa del 5,25 por ciento, llevándola al 0,25 por ciento en 2008.

Pero después de todo, cuando una persona enferma se recupera, el medicamento se cancela, de lo contrario, la presión aumentará. Y esto también es una enfermedad, no menos peligrosa. El tratamiento no debe dañar a un organismo vivo, ya sea una persona o una economía.

Para esto, mantener bajas las tasas al final de la crisis significa la posibilidad de "hipertensión", sobrecalentamiento, inflación excesiva, inflación de "burbujas" en el mercado de las acciones y de los bienes inmuebles y otras enfermedades peligrosas, que podrían estar plagadas por colapsos posteriores.

Por lo tanto, en 2016, la Fed comenzó a aumentar gradualmente el porcentaje de la tasa del 0.25 % al 2.5 % actual. Además, el último aumento del 2.25 % a la actual tasa, fue en diciembre del 2018 y estuvo acompañado por una retórica sobre un nuevo aumento en la tasa dos veces en 2019.

La Fed recortará las tasas, por primera vez en más de 10 años el miércoles, en medio del efecto de una guerra comercial y una desaceleración en el crecimiento económico mundial.

El viernes, se publicará un informe sobre empleo, que confirmará que la economía de los Estados Unidos se mantiene saludable, con un desempleo de alrededor del 3.7%.

El viernes pasado, se publicó un informe sobre el PIB, que mostró que los aranceles y las restricciones comerciales comenzaron a afectar a la economía norteamericana.

Las acciones crecieron la semana pasada y el S & P 500 y el Nasdaq alcanzaron nuevos máximos, por el pronóstico de la baja de las tasas de la Fed y la próxima temporada de informes.

Apple, Exxon Mobil, Procter and Gamble, Merck, General Motors y Verizon presentarán sus informes trimestrales este lunes.

El 75% de las empresas superó las expectativas de ganancias y el 60% de los ingresos.

Debemos estar al tanto de las noticias del mercado, para realizar un correcto análisis, ya que estos factores fundamentales son de gran importancia a la hora realizar nuestro trading.

El pronóstico anterior, no es una guía directa para las cotizaciones, sino solo una sugerencia.

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